El entorno familiar de la víctima como pista para aclarar un homicidio

La investigación por un homicidio cometido hace tres meses en Coronel Pringles gira alrededor del círculo íntimo del hombre asesinado y ahora la fiscalía espera los informes de peritajes hechos a teléfonos celulares secuestrados en allanamientos.

Por estas horas, los investigadores del asesinato de Enrique Santellán analizan diversas hipótesis: una de ellas tendría relación con la vivienda familiar donde se encontró a la víctima fatal.

La otra conjetura apunta a una presunta represalia contra el fallecido, quien en numerosas ocasiones había sido denunciado por su exmujer a raíz de situaciones de violencia doméstica.

Inclusive estos hechos derivaron en medidas cautelares contra Santellán, como una exclusión del hogar que había vencido aproximadamente 20 días antes del crimen del hombre de 65 años.

Por este motivo, a fines de febrero pasado, María Rosa Suárez, exconcubina de Santellán, al parecer le había hecho entrega del inmueble al nombrado.

Sin embargo, la supuesta intención de Suárez de recuperar la casa habitada por él podría haber sido el móvil del homicidio de Santellán, quien de acuerdo con la autopsia presentaba lesiones en la cabeza producidas por al menos “7 golpes”.

Otra circunstancia que se investiga es la llegada a Pringles de un hijo de ambos procedente desde La Plata, que se concretó días previos al delito.

“Justo se dio que vino un hijo desde La Plata y la familia le recriminaba que no defendía a su madre, ante las agresiones a ella por parte de su papá”, confirmó una fuente del caso.

Durante requisas efectuadas en domicilios pringlenses, la Policía de aquella ciudad y de Coronel Suárez secuestró los teléfonos móviles de la exmujer y el exyerno de Santellán, como también de los dos hijos en común que tenían la víctima y Suárez.

El fiscal de homicidios bahiense, Jorge Viego, espera los resultados de las pericias a estos dispositivos, que se llevan a cabo con el sistema UFED (Dispositivo Universal para Extracción Forense).

Previamente efectivos de la subdelegación de Investigaciones suarense habían realizado la visualización inicial del contenido almacenado en los celulares.

Del análisis de los aparatos podrían surgir nuevos elementos de prueba, independientemente del estudio de imágenes captadas el día del hecho por cámaras de seguridad en cercanías a la escena del asesinato.

“Entre Santellán y Suárez hay muchas denuncias cruzadas y el último litigio que tuvieron fue por la vivienda. Esta cuestión está judicializada”, afirmó un investigador.

Mensajes borrados

Algunos de los teléfonos estaban bloqueados y en otros se había eliminado información, por lo tanto para recuperar esos datos fue necesaria la utilización del UFED.

Según el informante, de algunos de los celulares se “suprimieron mensajes” enviados entre “familiares de Santellán” durante un lapso de aproximadamente 8 días anteriores y posteriores al hecho de sangre, y al parecer también del mismo día del asesinato.

En el celular de la víctima no se encontró información que pudiera echar luz respecto del homicida y del origen del homicidio.

“Por ahora no hay sospechosos en forma directa para sindicarlos con efectividad como autor del hecho, pero sí indicios. Los elementos de prueba todavía no son suficientes para pedir una detención”, dijo el informante, quien consideró cierta demora en obtener la orden de allanamiento.

“Al menos por ahora no hay un testigo que haya aportado información y hasta el momento tampoco se obtuvieron datos de interés después de la visualización de los teléfonos”, finalizó.

En horario nocturno

Circunstancias. El crimen de Santellán se consumó entre la noche del sábado 9 de marzo y la madrugada del domingo 10, en el inmueble ubicado en Pampa 59, entre las calles 1 y 0, en Pringles.

Vecino. A la mañana siguiente un vecino vio a Santellán tendido boca abajo en el patio de su casa y de inmediato dio aviso a las autoridades. En el lugar se hicieron presentes policías de Seguridad y Científica, además de personal del hospital municipal “Manuel Cabrera”, que constató el deceso del hombre.

Heridas. Santellán parecía tener heridas cortantes en su cabeza producidas presuntamente con un “hacha o machete”, aunque más tarde la autopsia al cadáver desacreditó esa posibilidad.

Móvil. “Resulta llamativo que, si hay un conflicto familiar con intereses sobre una vivienda de por medio, Santellán después haya aparecido muerto sin tener problemas con nadie. Está claro que el móvil del asesinato es familiar”, dijo un informante.

Descartado. La posibilidad de que se haya tratado de un homicidio en ocasión de robo se descartó porque la víctima no fue despojada del dinero que tenía en su poder.

Restricción. La Justicia además había ordenado una restricción de acercamiento de Santellán a su ex, medida que también había vencido unas tres semanas antes del asesinato.

INFORME DE LA NUEVA