"Ser docente es la profesión que más satisfacciones me ha dado"

Esa pequeña que desde niña jugaba a ser maestra, rayando con tiza la puerta de chapa del taller de su papá, finalmente se transformó en docente, profesión que amó y todavía ama.

 "No teníamos tantas posibilidades para ir a estudiar a otro lado, y la docencia siempre me gustó. A vos te llamaban que tenías un cargo docente, y llorabas de felicidad" cuenta la docente jubilada, quien fue maestra de primaria y comenzó a ejercer a los 17 años, con suplencias.

 En el '69, época en la que se estaba construyendo la ruta provincial 51, a Mirtha le tocó ocupar un cargo en una escuela rural.

 "Me designaron para un cargo para la escuela rural El Ombú, escuela 24 que ya no está más. Había alumnos de primaria y de adultos, en mi caso fui a dar clases a los adultos" recuerda.

 Ejerció hasta el año 2005 cuando se fue a La Plata por un cargo político, y se jubiló en 2010.

 "La profesión que más satisfacciones me ha dado y he sido feliz es haber sido docente. Cuando la estás ejerciendo no te das cuenta, pero cuando empezas a recoger los frutos de tu cosecha, es hermoso. Y me ha pasado que te toquen timbre y te digan: vengo a saludar a mi maestra. Eso te enriquece el alma".

 En el Día del Maestro/a, hace un párrafo aparte para Domingo Faustino Sarmiento, el padre de la educación en nuestro país.

 "Hizo maravillas por la educación y si alguna vez tuvimos el privilegio de ser mejores en ese ámbito, se lo debemos a Sarmiento. Hasta trajo maestros del exterior, fue un visionario".

 Por último, ante la pregunta de si tenía guardados elementos de su época de docente, señaló: "lo único que tengo guardado de la época en que ejercí la docencia son cuadernos, fotos, tarjetas y dibujos que me regalaban los chicos. Libros y materiales docentes, los doné".

 "Pero lo mejor, se guarda en el corazón y la memoria" cerró.

Enrique Laborde