"Donde me subí a la bici, me agarró la pierna"

"Salí a trabajar como todos los días, fui a entregar la correspondencia a una vivienda, donde hay un labrador grande. La entregué, la dueña me atendió, y dónde me subí a la bici, el perro me agarró la pierna izquierda y no me soltaba" describe Lucas Castro, cartero local.

 Lucas continuó su tarea pero luego por el dolor debió acudir a la guardia recibiendo la vacuna antitetanica. Además, deberá aguardar si el perro está vacunado, en caso contrario deberá aplicarse una dosis de antirrábica.

 "Cuando el perro me muerde, la señora (propietaria del animal) se ofreció a llevarme a la guardia. Pero le dije que no, para seguir haciendo mi trabajo, hasta que no daba más. Tuve que ir a la guardia y me dieron la antitetanica, antibióticos, calmantes, y ahora queda averiguar si el animal tiene la antirrábica. Si no la tiene, tengo que darme cuarta parte de dosis".

Al pringlense es la cuarta vez que lo muerde un perro, y le extraña que el animal haya tenido esa reacción, ya que no es la primera vez que entrega correspondencia en esa casa.

 "Nunca había tenido problemas con ese perro, porque ya había ido en varias oportunidades a llevar correspondencia. Agradezco a la dueña de la casa que enseguida se ofreció a llevarme a la guardia" indicó.

 "Ando dolorido, pero bien, y a esperar esa averiguación del perro. Me rompió el pantalón y la calza de abajo, en el momento no imaginé que era tal la mordedura" cerró.

 ROGELIO GÓMEZ - EL ORDEN