En Indio Rico: construyeron su casa con botellas de vidrio

Graciela Borda y José Luis Fernández, ambos de Tres Arroyos, se casaron en Claromecó, vivieron un tiempo en Reta, y desde 2020 se radicaron en Indio Rico.

Llegaron a la localidad con parte de los materiales necesarios para construir su casa: contaban con chapas, cumbreras y aberturas, pero les faltaban los ladrillos y el cemento. Mientras aguardaban la llegada del camión con esos materiales, se instalaron en una casilla rural.

Sin embargo, la pandemia retrasó los envíos de los proveedores.“Estábamos viviendo en la casilla con todas nuestras cosas amontonadas, algo teníamos que hacer”, relata Graciela a La Voz del Orden.

Una persona de la zona les ofreció botellas de vidrio, y con ellas decidieron comenzar a levantar las paredes de su casa, todo hecho a mano por ellos mismos.

“Tardamos tres años en terminarla, pero desde hace un año ya estamos viviendo en nuestra casa de botellas. Las ensamblamos con material para premoldeados, arena y pedregullo. Las puertas y ventanas las tuvimos que colocar durante la construcción porque después sería imposible romper las paredes”, detalla Graciela.

La vivienda, de 9 por 8 metros, cuenta con dos habitaciones, una amplia cocina-comedor y un baño.

“Todo el interior está hecho con materiales reciclados, como pallets, y lo que encontrábamos en el basural. Las cumbreras son de madera, las chapas galvanizadas y, entre estas, colocamos silobolsa, que es térmico e impermeable”, explica Graciela.

Ponen la casa en venta

Actualmente, Graciela y José Luis enfrentan dificultades económicas. “Mi esposo aún no pudo jubilarse, recién lo hará el año que viene. Por ahora, sostenemos los gastos con mi pensión, pero a veces tenemos que pedir créditos hasta para comprar comida”, comenta Graciela.

Por esta razón, han decidido poner en venta su particular casa de botellas para ayudar a su nieto Joaquín a continuar sus estudios.

“La vendemos para que él pueda pagar el alquiler y seguir estudiando. El año que viene, con dos jubilaciones, veremos qué hacemos. Quizás volvamos a Tres Arroyos y, con eso, estaremos mejor”, concluye.

ENRIQUE LABORDE- EL ORDEN