Día del recolector de residuos: "lo bueno es cuando los niños te saludan"

Su día comienza a las 6 de la mañana porque es distribuidor de panificados, y a la noche, a eso de las 19.30, se dedica a la recolección de residuos.

 Junto a sus compañeros, Juan Manuel Castillo se pone la bombacha de trabajo, guantes, chaleco y borcegos, dispuesto a recorrer una de las cuadrículas.

 "Trabajo con Saúl Alvarez, Lázaro Laina y Braian Ortega. Hacemos 4 a 5 horas el recorrido que abarca unos 50 km, somos cuatro camiones para cuatro sectores de la ciudad, y al terminar se tira al basurero" contó en La Voz del Orden.

 Los recolectores soportan el calor y el frío, y la mayoría de ellos tienen aparte otro trabajo.

"Todos tenemos otro trabajo durante el día, te vas acostumbrando".

 Consultado por lo bueno y lo malo que le ha sucedido, dijo que la mala fue la mordedura de un perro dogo; pero lo bueno es cuando los chicos los saludan.

"En una esquina un nene me dio un papel, agradeciendo el trabajo que hacíamos. Eso fue lo más bueno que nos pasó".

 En la tarea siempre se encuentra algún objeto de valor (o que le sirve a otras personas) entre los residuos que recolectan.

 "He encontrado mochilas, que me encantan. Cuando encuentro alguna la llevo a arreglar y me la quedo. También hay gente que deja cosas aparte de la bolsa, incluso algunos te dejan ropa impecable, lavada y doblada" cerró.

 ROGELIO GÓMEZ - EL ORDEN